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El Caballero de la Triste Figura

  • Foto del escritor: Leslie
    Leslie
  • 5 mar 2019
  • 2 Min. de lectura

Ilustración de Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza

En algún lugar de la mancha, cuyo nombre no quiero recordar, sucede la historia de nuestro ingenioso hidalgo, Alonso Quijano. Obra maestra de Miguel de Cervantes, desconocida para muchos, y lo que es aún peor, mal apreciada por otros.


Con Don Quijote de la mancha, Miguel de Cervantes, sin saberlo, estaba sentando las bases de la literatura contemporánea y escribiendo lo que se conoce como la primera novela. Nos presenta algo que jamás se había visto en su época; deja a un lado a los grandes héroes de los que se hablaba en los libros de caballería y los reemplaza por un hombre, común y corriente, al que esos mismos libros le han secado el cerebro. Como consecuencia, Alonso Quijano decide convertirse en un caballero andante y sale en busca de aventuras acompañado de su escudero Sancho Panza.


Pero eso es precisamente lo que hace a Don Quijote de la Mancha diferente. No vemos a un héroe invencible, si no que vemos a nuestro semejante. Un hombre con errores, con fracasos, con sueños que cumplir, igual que nosotros. No pelearía con leones pero, cómo una vez dijo Rafael Alberti de Garcilaso de la Vega, si Don Quijote viviera, yo sería su escudero. ¡Que buen caballero era!


Algo que me llevo de este libro es precisamente la manera en la que Don Alonso siguió sus ideales hasta el final, y especialmente, lo puro que eran. “Ama, no lo que eres, sino lo que serás”, decía. Así pues, adopto, como Don Alonso, el ideal de hacer un mundo mejor, de hacer algo bueno por las personas que más lo necesitan.


Y aquí mismo transcribo un poema de Tristan Tzara sobre nuestro hidalgo, pues esta obra que en un principio solo buscaba cuestionar lo conocido, no solo es centro de lo que escribo hoy, si no también es y será inspiración de muchos para escribir.



Trote de caballo ágil y veloz me ha sido la vida

He sabido recorrer todo el mundo

Solamente una muchacha ha sido mi amor

y he dormido hasta muy tarde en las mañanas


El viejo caballo se ha disipado en pedazos

que serán roídos por gusanos y ratones

Mi amor: he aquí la sabiduría que no está en los libros

Quédate callada junto a la mesa y sigue cosiendo


Yo te diré lo que te está esperando de ahí en adelante

Sigue cosiendo mi pensamiento en un vestido de seda

hasta que te duelan los ojos -y serás novia

hasta que mi pensamiento sea libre.

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